Por Roxana Vázquez Rueda

Me pregunto ¿Por qué hacer esta reflexión? ¿Por qué llama tanto mi atención esta película animada? ¿Por qué precisamente escribirla hoy? Porque cuenta, a través de imágenes y lindas canciones, nuestra natural forma de ser. Narra el mundo que habitamos y el que vive en nosotros: es una historia real de lo que estamos dejando ir, perdiendo, olvidando… ... sin su corazón comenzó a desmoronarse engendrando una gran oscuridad... Trata acerca de la importancia de escuchar nuestra voz interior: conocernos para no olvidar el camino recorrido y enfocarnos en lo que verdaderamente nos importa. Se trata de la vida, de mi vida, de nuestra vida, y de devolverle el corazón a todo lo que es valioso. Por ejemplo: ¿Por qué para mí es tan valioso escribir? Porque me interioriza. Me revela quien soy; así es como puedo entender más la vida y, de alguna forma, me acerca a los demás. En nuestra naturaleza está el comunicarnos a través del corazón: ¡la más grande y poderosa energía! que tiene mucho por decir y que poco le permitimos expresar, movidos por los ruidos externos que cubren ya la belleza del silencio. ¿Qué hay adentro?... La respuesta a la pregunta que te sigues haciendo. ¡Ve adentro, toca el tambor y averígualo! Confundidas, lastimadas, algunas personas repiten los que oyen sin reflexionar; imitan lo que ven sin analizar. Se dejan arrastrar a voluntad absorbidos por la desesperanza o la resignación deteniendo el curso normal de su propia realización. De esa vida que, tarde o temprano (aunque lastime) exigirá lo que por derecho es suyo. ¿Por qué nos detuvimos? Propaganda nociva como lava espesa y ardiente que te arrastra y sumerge al miedo profundo donde no encuentras la salida, a sabiendas que las cosas no son como las ven los demás. Apenas despertando de este sueño colectivo –sin ser completamente culpable, sin hacer aún lo suficiente- sonríes al sol, a la luna, al árbol, a la tortuga, al niño, y sufres en carne viva la ambición de aquellos que ignoran que en el equilibrio radica su grandeza. Navegar no se trata de velas y nudos: Es ver en tu mente el camino por donde vas... Saber dónde estás... Dónde estuviste. Despertar de esta sueño inconsciente es nuestra prerrogativa antes de que la oscuridad y el caos sigan avanzando, y el planeta que nos vio nacer se convierta en el lugar árido e inhabitable en que lo estamos convirtiendo. Hay más peces pasando el arrecife ¡Hay más pasando el arrecife! Caminemos con paso ligero, casi flotando, acariciando el momento presente para no desviarnos ante la oportunidad de materializar nuestros sueños. Acerquémosnos buscando la entrada que nos lleve al lugar que nos gusta y que nos hace sentir felices. De eso se trata el cuento, de eso trata la vida: del ser valientes, de hacer el bien, de encontrar cualquier escaparate para seguir interiorizando hasta devolverle el corazón a Te Fiti.1 De navegar sin olvidar siempre regresar. De movernos con la misión que yace en nuestro corazón. Arriesgarnos para avanzar. Admirar, respetar y sembrar para los que vienen detrás. Saber que tengo un padre pero soy mi propia voz. Así que subiré a mi barco, cruzaré el océano y regresaré el corazón al mundo: Esa es mi naturaleza.

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