Por Roxana Vázquez Rueda

1. Crea nuevos pensamientos

Seguramente, te acaba de llegar esta publicación y empezaste a leerla ya que te interesa cambiar algo que no te gusta del todo. Pues, ¡bienvenido a mi club! Eres parte de un grupo selecto de personas que aspiran a transformar su realidad en un lugar más agradable, placentero y feliz.

La pregunta es si esto es posible… ¿Tú qué crees? O, mejor aún, ¿Tú lo quieres?

Hoy me presenté ante nuevos prospectos. -Te lo menciono porque, seguramente, hoy que leas este texto estaré haciendo lo mismo-. ¿Te platico cómo me siento? Un poco nerviosa: cuidadosa de no interrumpirles en sus actividades; así que les doy toda la información en segundos –casi sin respirar- (exagero), y cuando les pregunto si tienen dudas creo no haberles dado ni tiempo ni espacio para analizarlo; entonces, mi mente se pregunta si esta presentación obtendrá frutos, si habrá buena respuesta, o si estaré perdiendo el tiempo.

ELIJO CREER QUE SÓLO ES CUESTIÓN DE PENSAR POSITIVAMENTE PARA LOGRAR UNA EMOCIÓN PLACENTERA EN MÍ.

¿Importan los resultados? ¡Claro! que importan, aunque no los conocemos a ciencia cierta. No estamos totalmente seguros qué funciona o qué no; es más, no sabemos nada de lo que pasará mañana, pero –SÍ, TENEMOS EL CONTROL ACERCA DE CÓMO SENTIRNOS: DE NUESTROS PENSAMIENTOS PRESENTES.

Una persona positiva se siente satisfecha por lo que hace, le da valor a su tiempo. Es propositiva; un ente de cambio; sabe que toca la vida de las personas en cada saludo. Una persona positiva comparte su pasión, su conocimiento y su vida, llevando sus actividades a otro nivel. Recibe mucho más de lo que jamás esperó recibir. La frase que le identifica es: “Hoy es un buen día para…”.

2. El jardín de la transformación

Estamos tan acostumbrados a rendir resultados que nos estamos automatizando; a casi nada de formar parte del mobiliario de las Empresas en las que trabajamos; a punto de ser sustituidos por las “inteligentes” máquinas. Preocupante ¿verdad?

Piensa: ¿Qué podría darte ese valor agregado? ¿Qué podrías hacer para cumplir con los cientos de expectativas que tienen de ti? ¡Piensa! He aquí la respuesta.

Los seres humanos somos inteligentes: Capaces de razonamiento infinitos, integrados con –me encanta decirlo- «Cerebros» en todo nuestro cuerpo con conocimiento individual y evolucionado que nos fue transmitido por generaciones ancestrales y –esto es grandioso-, por células propias a través de ciclos incalculables de error y aprendizaje. ¿Qué te quiero decir? Que SOMOS ÚNICOS, INIMITABLES, INALCANZABLES y, por consiguiente: IRREMPLAZABLES.

Quizás en este momento estoy haciendo llamadas telefónicas y redactando correos para dar a conocer mis servicios o mis productos; o estoy estudiando, aprendiendo o creando. Lo que sea que haga tengo claro que contribuye para cambiar mi vida y la vida de los demás.

Somos ÚNICOS cuando meditamos, cuando soñamos y aspiramos. Nadie más que nosotros lo quiere y será de la única manera que está destinado a ser. Llámese desarrollo Personal, Económico, Social o Ambiental. Somos quienes escribimos nuestra propia historia.

Somos INIMITABLES cuando interiorizamos reconociendo al «yo» verdadero; ese que se rebela al sometimiento de vestir, de hablar y de pensar como los demás. Buscando alcanzar la perfección en sí mismo se torna imparable, INALCANZABLE y progresivo en su creación.

IRREMPLAZABLE es aquel que imprime su huella en su día a día y hace todo lo que puede para mejorar su entorno; sabe que, al hacerlo, se enriquece y acorta el tiempo que lo llevará a la realización de sus metas y sueños.

Una persona positiva busca el equilibrio sobre todas las cosas. Sentirse bien y hacer sentir bien a los demás es parte de su realidad y de su destino. No vale estar preocupado cuando se actúa para mejorar y transformar. Una persona positiva se sabe acompañada en todo momento y lugar, ya que conoce el poder del agradecimiento para avanzar en esta carrera por alcanzar la autorrealización. La frase que le identifica es: “Gracias a ti hoy puedo…”.

3. Fluir es el camino

Te invito a hacer una pequeña “parada” antes de continuar leyendo. Toma un cuaderno o libreta y escribe los sentimientos que se te están presentando. Seguramente, los estás sintiendo en tu pecho. Todos ellos, son un reflejo de lo que está pasando en tu interior. Se llaman, Emociones.

Casi nadie se atreve a interiorizar por temor a sentir. Suena extraño, ¿verdad? Pero es cierto. Nos estamos alejando de nuestra naturaleza como seres Humanos al no permitir que afloren las emociones que yacen en nuestro cuerpo. No por negarlas desaparecen. De hecho, nunca desaparecen ya que son parte de lo que somos. Algunos, melancólicos o alegres; otros, solitarios, sociables o reflexivos, o todo… Somos tan diversos que prefiero eliminar las etiquetas que nos hacen olvidar que, en esencia, SOMOS TODO.

“Estamos hechos de la misma materia que los sueños”, escribió William Shakespeare. Es filosofía para los que transitan por el sendero de la transformación. Los que interiorizan y se desprenden de los limitados pensamientos de la materia.

Una persona positiva fluye. Mueve cada fibra de su cuerpo para mostrarse tal cual. Encuentra en ella la emoción que le lleve a empatizar en cada situación. Se siente cómodo al experimentarse sin fronteras cuando de sentir se trata. Una persona positiva es flexible, crea relaciones eternas y perdurables, es, por elección propia, un ser auténtico. La frase que le identifica es: “Aquí estuve y estaré para…”.

4. Grabar sólo lo mejor

¿Qué es lo que hiciste hoy para dejar atrás lo que no te gusta del todo? ¿Qué estás haciendo para cambiar tu situación actual?

Aun cuando parece que somos inexpertos en las fórmulas para el éxito, te puedo asegurar que cada uno conocemos en qué fallamos o qué dejamos de hacer. Sin temor a equivocarme, te aseguro que podemos escribir nuestro propio libro con el título: “Cómo ser exitoso en 2 pasos”. Lo, aparentemente difícil, es llevarlo a la práctica. -Versa un dicho popular: “Nada está escrito”-.

Salí a visitar prospectos. A pesar del calor, del tráfico, del tiempo, de la incertidumbre, de mi cansancio o mi falta de entusiasmo, salí de la comodidad de mi oficina. (Los números me dicen que un gran porcentaje de mis ventas las cierro personalmente).

La empresa en la que estás –y con ello no me refiero al lugar en el que trabajas, sino a tu proyecto personal-, requiere un vistazo; un poco de análisis de tu parte para darte cuenta lo que funciona y lo que falla. Cada uno lleva consigo una mochila colmada de retos sobre sus hombros; todos ellos, diferentes en su interior. Mi mochila contiene muchas horas de trabajo, de análisis, de soluciones y sueños por cumplir. Al compartirlos se va vaciando mi carga y aligerando mi paso.

Leí que necesitamos entre 10 y 20 segundos de repetición para fijar algo. Memorizar los buenos momentos del día hará que te sientas bien y que tu vida se torne feliz.

Una persona positiva transforma los momentos en aprendizaje. Sabe que en la vida se le presentarán retos a diario como libros abiertos donde escribir y leer historias. Una persona positiva graba en su mente el día de hoy como valiosísimo tesoro para la ocasión en la que necesite recordar que ¡Hoy, también es un gran día para crecer y conquistar! La frase que le identifica es: “Hoy te quiero compartir que…”.

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